En busca de una vida mejor, un migrante salvadoreño de 43 años decidió cruzar con su hija la frontera hacia Estados Unidos. Sin embargo, padre e hija acabaron detenidos en una estación fronteriza.

Después de pasar una semana en las instalaciones, el hombre sufrió un desmayo y, aunque fue trasladado al hospital, los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida.

Según ha asegurado un funcionario, el migrante tenía problemas de salud.

Desde la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos afirman que desconocen las causas de la muerte.

La niña se encuentra en la estación fronteriza, aunque han solicitado su traslado a un centro en el que se hacen cargo de menores que atraviesan solos la frontera.

La tragedia tiene lugar poco después de la muerte de Valeria y Óscar. Padre e hija murieron en Texas tratando de cruzar el Río Bravo para llegar a Estados Unidos.

Según relató la madre, que pudo ser rescatada, la fuerza de la corriente arrastró a Valeria, de menos de dos años. En ese momento, Óscar, fruto de la desesperación, trató de ayudar a la pequeña, sin embargo, no pudo hacer luchar contra el agua.

Su muerte puso rostro a la dura realidad que viven día a día miles de migrantes que intentan dejar atrás miseria y la violencia incluso poniendo su propia vida en riesgo.