Handziuk, de 33 años, ha muerto en el hospital donde permanecía ingresada a consecuencia de un coágulo de sangre, según medios locales. Fue asaltada el 31 de julio, al salir de su domicilio, en torno a las 08.30 horas. Según las cámaras de seguridad, un hombre de 20 a 25 años salió de entre los arbustos con una botella cuyo líquido arrojó a la cara de la mujer antes de salir corriendo.
La policía local detuvo inicialmente a un hombre, al que coaccionó para que firmara una "confesión", presuntamente prometiéndole a cambio resolver unos problemas que tenía con la policía. Sin embargo, la hermana del detenido dijo que éste no estaba en Jersón cuando se produjo la agresión y que tenía varios testigos que podían confirmarlo.
Tras 19 días de detención, la policía dejó al hombre en libertad sin cargos y pidió disculpas. Al mismo tiempo detuvo a otros cinco sospechosos, cuatro de los cuales admitieron su participación en la agresión. Al principio la policía no investigó el ataque como intento de "asesinato por encargo", sino como "tentativa de asesinato", lo que, según el abogado de Handzyuk, ha retrasado considerablemente el proceso de determinar quién ordenó cometerlo, según Amnistía Internacional.
La mujer sufría quemaduras graves en casi el 40% de su cuerpo y perdió la vista en uno de sus ojos tras el ataque de ácido, según los médicos que la trataron. La activista, que también ejercía como asesora de la alcaldía de su ciudad natal, Jerson, fue agredida el pasado 31 de julio por un agresor desconocido, en el último ataque registrado en Ucrania contra activistas civiles. El presidente del país, Petro Poroshenko, ha declarado sus condolencias durante su viaje a Turquía y ha prometido que hará todo los posible para llevar a su asesino ante la justicia.
Hasta el momento han sido detenido cinco sospechosos. Todos ellos son antiguos combatientes del llamado Ejército de Voluntarios Ucranianos, una facción escindida de la milicia de ultraderecha Sector Derecho. Cuatro de ellos acusan a su vez a un antiguo agente de Policía de Jerson, Serhiy Torbin, de orquestar el ataque.
Torbin está ahora detenido por la Policía de Ucrania y está esperando juicio, según su abogado, Yuriy Khazov, al diario 'Kyiv Post'. En septiembre de 2017, la activista acusó a uno de los jefes de departamento de la Policía Regional de Jerson, Artem Antoshchuk, de exigir a los empresarios de la región un "tajo" del 3%. La acusación la llevó a los tribunales, en un caso que acabó ganando.
El comisario de Ampliación de la Unión Europea, Johannes Hahn, ha denunciado a través de Twitter que los ataques contra los activistas de la sociedad civil "son inaceptables y los responsables de este crimen aborrecible deben acabar ante la justicia".
Desde 2017, Ucrania ha sido escenario de al menos 55 ataques contra activistas, según han denunciado ONG nacionales e internacionales. En los últimos meses, los manifestantes se han concentrado por este motivo ante sedes de Gobierno en todo el país bajo la campaña "El silencio mata".