El expresidente egipcio Hosni Mubarak ha pasado su primera noche fuera de la prisión de Torá. La abandonó a bordo de un helicóptero medicalizado, poco después de que un fiscal ordenase su puesta en libertad en cumplimiento de la orden judicial dictada el miércoles.

Mubarak ha sido trasladado, por petición propia, al Hospital Militar Maadi, en El Cairo, según fuentes judiciales citadas por el periódico estatal 'Al Ahram'. Las autoridades habían ordenado que el antiguo mandatario fuese puesto bajo arresto domiciliario tras abandonar la cárcel, por lo que permanecerá vigilado en el hospital.

El expresidente, de 85 años, aún tiene pendientes cargos por corrupción y por su supuesta complicidad en la muerte de cientos de manifestantes durante las protestas que derivaron en su salida del poder, a principios de 2011.

Debido a estas investigaciones abiertas, tiene prohibido abandonar Egipto y su fortuna permanece bloqueada. Mubarak ya fue condenado a cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante la revolución, pero la Justicia ordenó la repetición del juicio.

Decenas de partidarios de Mubarak se han concentrado este jueves junto a la prisión de Torá para celebrar la salida del 'rais', de quien se desconoce su estado de salud. El expresidente asistió en camilla a las vistas celebradas durante el juicio contra él.