"Un laboratorio de crueldad"

MSF pide desmantelar la trampa mortal de la Fundación Humanitaria para Gaza: "No es ayuda, son asesinatos orquestados"

El contexto Israel puso en manos de esta supuesta fundación estadounidense el reparto de ayuda, tras meses de bloqueo total. Desde entonces, sus puntos de reparto han sido escenario del asesinato a tiros de decenas de palestinos que intentaban conseguir algo de comida.

Palestinos buscan ayuda humanitaria de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos, en el centro de la Franja de Gaza, el 4 de agosto de 2025.
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Israel está matando literalmente de hambre a la Franja de Gaza. Además de castigar el enclave con unos bombardeos que han aniquilado a más de 61.200 personas en menos de dos años, el Gobierno de Benjamin Netanyahu bloquea la entrada de ayuda humanitaria al territorio palestino, del que controla todos los accesos.

Ese bloqueo fue total entre el 2 de marzo y el 19 de mayo. Después, Israel puso el reparto de la poca ayuda que permite entrar en manos de una polémica 'fundación' privada estadounidense, la llamada 'Fundación Humanitaria para Gaza' (GHF, por sus siglas en inglés). Desde entonces, sus puntos de reparto han sido escenario del asesinato a tiros de decenas de personas que intentaban conseguir algo de comida.

Médicos sin Fronteras (MSF) denuncia que esos supuestos puntos de distribución de ayuda son en realidad el escenario de "asesinatos orquestados" de gazatíes. "Un laboratorio de crueldad" cuyo desmantelamiento exige la ONG.

Niños con disparos en el pecho

En un demoledor informe publicado este jueves, bajo el título 'Esto no es ayuda. Son asesinatos orquestados', MSF documenta el horror que han presenciado los sanitarios de dos de sus clínicas del sur de la Franja, donde reciben regularmente a víctimas procedentes de los puntos de reparto administrados por la GHF. Organización, dicen, que "ha militarizado la distribución de comida" .

Solo entre el 7 de junio y el 24 de julio pasados, esas dos clínicas recibieron a 1.380 víctimas de la violencia en esos puntos, entre ellas 28 muertos. Entre los heridos que trataron allí había 71 niños con heridas de bala. 25 de los menores que habían recibido disparos tenían menos de 15 años, incluyendo un niño de apenas 12 años quien una bala le atravesó el abdomen o una pequeña de solo ocho con un disparo en el pecho.

La directora general de MSF, Raquel Ayora, denuncia que en esos lugares de reparto se han registrado "niños con disparos al pecho", "personas aplastadas o asfixiadas en estampidas" y "multitudes enteras abatidas a tiros". En toda la trayectoria de su organización, dice, rara vez habían visto este nivel "violencia sistemática contra civiles desarmados". "Los centros de distribución de GHF que se hacen pasar por 'ayuda' se han transformado en un laboratorio de crueldad. Esto debe parar ya", exige.

La organización denuncia además que la ubicación de las heridas de bala de los pacientes que recibe apuntan a "un ataque intencional" y no a fuego accidental. Durante esas siete semanas, MSF trató a 196 personas que habían resultado heridas en el caos de los repartos en los centros de GHF, incluyendo un niño de cinco años con heridas graves en la cabeza y una mujer que murió por asfixia.

"Deshumanización por diseño"

Médicos sin Fronteras denuncia cómo las autoridades israelíes desmantelaron la respuesta humanitaria liderada por la ONU para sustituirla por un plan de distribución de alimentos militarizado que busca despojar a los gazatíes de su dignidad. Los cuatro puntos de reparto que administra la pseudo-fundación estadounidense, con la que Israel ha pretendido sustituir los 400 que operaba Naciones Unidas, están en zonas bajo control militar y vigilados por contratistas estadounidenses.

"No son más que un plan mortal, que institucionaliza la política de hambruna de las autoridades israelíes en Gaza que comenzó el 2 de marzo, con el asedio total que impusieron a la Franja como parte de su actual campaña genocida", asevera MSF, que denuncia además cómo aquellos que consiguen hacerse con algo de comida se enfrentan al riesgo de saqueos violentos por parte de otras personas hambrientas. "Es una deshumanización por diseño", sentencia.

Hace apenas una semana, mientras el enviado especial de Donald Trump para Oriente Medio se paseaba por esos puntos de distribución, Mahmoud Jamal Al-Attar, de solo 15 años, era asesinado en las inmediaciones del de Al-Shakoush cuando intentaba conseguir algo de comer, según denuncia el coordinador de Emergencias en Gaza, Aitor Zabalgogeazkoa. Llegó a la clínica con un disparo en el pecho.

Y la ONG solo atiende a una parte de quienes mueren o resultan heridos en los centros de la GHF. "No hay otra forma de describir el asesinato de niños que no sea intencionado. A pesar de las condenas y los llamamientos para desmantelarla, la inacción global para detener la GHF es desconcertante", lamenta Zabalgogeazkoa. "Es obvio y demostrable que no son centros de distribución de ayuda, sino unos lugares donde se está deshumanizando y se está matando a la gente", abunda.

Solo entre el 27 de julio y el 2 de agosto, 186 heridos de bala, metralla, apuñalamientos o agresiones fueron atendidos por MSF tras resultar heridos en esos puntos de supuesta distribución de ayuda que en realidad reparten muerte. Dos de esas personas acabaron falleciendo. El pasado domingo, llegaron tres heridos más. Uno tenía un disparo en el cuello y otros dos, en la cabeza.

Mohammed Riad Tabasi es una de esas personas que ha resultado herida en la trampa del hambre diseñada por Benjamin Netanyahu. "Uno de los suyos nos dice 'ya está abierto', nos hacen correr y se ríen de nosotros. El hambre y la sed nos ha llevado a pelearnos unos contra otros. Me han herido unas 10 veces. Desde que empezó la guerra, nunca nos habían humillado así", relata.

El hambre, herramienta del genocidio

Lo que está haciendo Israel en Gaza es de una crueldad inenarrable. A los muertos que perecen bajo las bombas y el fuego israelí se suman aquellos tiroteados en su desesperación por hacerse con algo de comida y también quienes mueren al no conseguirla.

Las autoridades de la Franja, controladas por Hamás, cifran en más de 61.200 los muertos a causa de la ofensiva desatada por Israel contra el enclave tras los ataques del 7 de octubre de 2023. Solo en el último día, 51 palestinos murieron y 230 resultaron heridos mientras esperaban a conseguir ayuda humanitaria en distintos puntos del enclave, lo que eleva el balance total a 1.706 muertos y 12.030 personas heridas.

El Ministerio de Sanidad gazatí cifra en 197 los fallecidos por inanición, incluyendo 96 niños, tras sumar en las últimas 24 horas un total de cuatro muertos en medio de las restricciones a la ayuda humanitaria impuestas por Israel. Uno de ellos se llamaba Roua Mashi y no tenía ninguna enfermedad preexistente, según las autoridades locales. Solo tenía dos años.