Un asistente inesperado se ha hecho oír este miércoles en el hemiciclo del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, justo el día en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intervenía para hacer balance del semestre español de presidencia del Consejo de la Unión Europea. Entre medias de asuntos espinosos como la ley de amnistía o el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones comunitarias, y teniendo a Carles Puigdemont presente en la cámara, los eurodiputados se han visto sorprendidos por los ladridos de perro.

La escena, que puedes ver en el vídeo que encbeza estas líneas, ha tenido lugar justo después de la intervención de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen. Al terminar, la ovación de los eurodiputados ha provocado los ladridos del can, sorprendiendo a los asistentes y suscitando el murmullo y las risas en el hemiciclo.

Las caras de los eurodiputados lo dicen todo. Ha sido Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, la que ha aclarado -que contenía las carcajadas- la razón de los ladridos: "Colegas, debemos de tener algún animal de apoyo de terapia en la cámara", ha explicado, mientras el perro contuaba ladrando. A continuación ha dado paso al presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, quien también ha bromeado sobre el asunto antes de saludar al presidente del Gobierno español -y de enzarzarse con él en un arduo debate político-. Sánchez, que ha estado acompañado por su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha sumado a las risas de los eurodiputados.

LaSexta ha podido confirmar que entre los asistentes al hemiciclo había alguna persona con problemas de visión, por lo que el origen de los ladridos podría ser, efectivamente, un perro asistente para personas con discapacidad visual. Una anécdota que podría haber sido anodina sino fuera por la presencia en la cámara de Pedro Sánchez, sobre quien circula el popular juego de palabras con su nombre, 'Perro Sanxe', que nació como una crítica pero que el propio PSOE adoptó en campaña electoral con la intención de sustraer el cariz negativo al mote.