Moderna ha determinado que su vacuna contra el COVID-19 es eficaz en adolescentes de 12 a 17 años y no muestra problemas de seguridad importantes. Así lo han anunciado la farmacéutica a raíz de los resultados obtenidos en el ensayo clínico 'TeenCOVE', que trataba de medir la eficacia y el impacto de esta solución en jóvenes de entre 12 y 17 años.

Con estos datos, Moderna pedirá a comienzos de junio a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) y al Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU que autorice esta fórmula, así como al resto de reguladores a nivel mundial. La vacuna podría aprobarse y comenzar a distribuirse en julio.

"Nos alienta que el ARNm-1273 haya sido muy eficaz para prevenir el COVID-19 en los adolescentes. Seguimos comprometidos en seguir trabajando para poner fin a la pandemia de COVID-19", ha destacado Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna, en un comunicado. El estudio de la compañía probó la vacuna en 3.732 adolescentes de 12 a 17 años. De todos, dos tercios recibieron la vacuna y el tercio recibió un placebo.

El objetivo principal era producir una respuesta inmune similar a la observada a la obtenida en la Fase 3 en adultos, que fue 94,1% efectiva para prevenir el COVID-19. Dos semanas después de inyectar la segunda dosis, los investigadores, según el comunicado, no encontraron casos de COVID-19 en los grupos que recibieron la vacuna.

Los efectos secundarios más comunes fueron dolor de cabeza, fatiga, dolor de cuerpo y escalofríos

En contraposición, sí se registraron cuatro casos positivos en el grupo de placebo. Unos resultados que la compañía ha traducido en una eficacia de la vacuna del 100% en este grupo etario. Además, se observó una eficacia de la vacuna del 93% en participantes seronegativos a partir de 14 días después de la primera dosis utilizando el secundario

Durante este trabajo también se pudo comprobar que los efectos secundarios más comunes en los menores después de la segunda dosis fueron dolor de cabeza, fatiga, dolor de cuerpo y escalofríos. Aun con estos resultados, la compañía ha aclarado que todavía está analizando todos los datos relativos a la seguridad de los pacientes.

Así, todos los participantes del estudio tendrán un seguimiento clínico durante 12 meses después de su segunda dosis para determinar la protección y seguridad de la vacuna a largo plazo. Actualmente, Moderna está probando su vacuna en niños de tan solo seis meses. La Compañía planea enviar los datos del estudio TeenCOVE a una publicación revisada por pares.