Moderna afirmó durante este miércoles que ha completado la dosis de refuerzo diseñada para luchar contra la variante de coronavirus sudafricana. Además, la farmacéutica ha confirmado que ya ha enviado el material a los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) para un ensayo clínico de fase 1.

En un comunicado, Moderna señala que, aunque los datos iniciales apuntan que su vacuna inicial protege contra la variante sudafricana (conocida como B.1.351), ha desarrollado esta nuevas dosis de refuerzo para contar con una "mayor precaución".

Asimismo, la empresa señala que, siguiendo las normas de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en inglés), evaluará la eficacia de la nueva dosis de refuerzo tanto en personas que ya han recibido la vacuna del COVID-19 como en personas que no.

Así, la empresa está evaluando estas nuevas dosis de refuerzo de la vacuna para aumentar la inmunidad neutralizante contra la nueva cepa. En concreto, la compañía tiene previsto evaluar tres enfoques de refuerzo: una vacuna concreta para la variante, otra que es una combinación de la vacuna nueva con la original, y una tercera, que fue la que se aprobó, con dosis de 50 ug.

De hecho, Moderna ya ha comenzado a dosificar esta cohorte con el refuerzo, después de que se supiera que la inyección, con la mitad de cantidad (50 ug. en lugar de 100 ug.) era igualmente efectiva.

"Estamos deseando comenzar el estudio clínico de nuestra variante de refuerzo. Mientras tratamos de derrotar a la COVID-19, debemos estar atentos y ser proactivos ante la aparición de nuevas variantes. Moderna espera demostrar que las dosis de refuerzo, si son necesarias, pueden hacerse a niveles de dosis más bajos", concluye el director general de Moderna, Stéphane Bancel.