En Járkov, una de las ciudades devastadas por el ataque de las tropas rusas durante la invasión de Ucrania, se ha quedado Rostislav como voluntario. Ha decidido mantenerse allí para ayudar, y ha enseñado a laSexta el estado de la ciudad tras los múltiples bombardeos y ataques que ha recibido la ciudad en los últimos días. En el mismísimo centro de la ciudad, el panorama es desolador.
Járkov está arrasada por los misiles del ejército ruso. "Parece que un misil ha caído justo en el patio (de una zona residencial). Ha dado en las plantas altas", explica mientras muestra las imágenes del horror que ha provocado el afán expansionista de Putin. El lugar está malherido, y muestra una imagen casi fantasmal. Rostislav sigue recorriendo las callas que han perdido su vida cotidiana mientras intenta aguantar las lágrimas.
"No estamos acostumbrados a ver nuestra ciudad así", cuenta el joven. A él le acompaña su amigo enfermero, que relata cómo la esquirla de un misil atravesó su ambulancia e hirió a una compañera, que actualmente se encuentra recuperándose de un corte en el estómago. En esta suerte de visita guiada, Rostislav hace una parada frente al Ayuntamiento de Járkov. Justo este martes se cumplen dos semanas de la explosión provocada por un misil que golpeaba de lleno la casa consistorial.
Mientas, en la calle se escuchan explosiones constantemente, pero él ha aprendido algo que le tranquiliza: a diferenciar los sonidos. "Estoy escuchando el sonido de la defensa antiaérea nuestra. Ya hemos aprendido a reconocerla, y significa que nos estamos defendiendo", apunta el joven. En medio del drama, escuchar bombas del bando propio incluso reconforta, según ha explicado a laSexta.