Ucrania denunciaba en las últimas horas un nuevo ataque de Rusia con un tuit en el que su Ministerio de Defensa se encomendaba a dos armas que, según aseguraba, someterán al ejército enemigo: se refería a ellos como "Santa Javelin" y "San Himars". Son las armas más potentes que tiene de su lado Ucrania, para quien el misil Javelin ya se ha convertido en todo un símbolo de la resistencia del país.

Y es que la redes sociales han transformado este arma de guerra en todo un icono religioso, hasta el punto de que se pueden ver imágenes de Santa Magdalena, protectora de Ucrania, sujetando uno de estos misiles en camisetas, tazas y hasta en fundas de móvil. Un nuevo emblema con el que una empresa canadiense ha recaudado ya más de un millón de euros para el ejército ucraniano.

Los Javelin pueden perforar los tanques más sofisticados del mundo: son un arma que fija muy bien el tiro y cuentan con un visor nocturno, un zoom motorizado, equipo de GPS y hasta una cámara infrarroja, así como un alcance de 2.500 metros.

Sin embargo, no son la única arma que se ha convertido en mucho más que eso, porque los ucranianos también han empezado a rendir culto a los HIMARS: camiones con un sistema sofisticadísimo de cohetes, que pueden disparar hasta seis misiles a la vez y hacer una recarga en menos de cuatro minutos.

No obstante, Rusia también se está rearmando y, según la Inteligencia ucraniana, Irán enviará a Moscú un millar de misiles y más de 200 drones en los próximos días.