Miles de personas se concentraron frente a la antigua embajada de EEUU en Teherán para conmemorar la toma de esta sede diplomática en 1979 y expresar su rechazo a las políticas de Washington, en especial las nuevas sanciones contra Irán.

Niños, jóvenes y adultos corearon con los puños en alto los tradicionales lemas de "Muerte a EEUU", pisotearon e incendiaron las banderas de EEUU e Israel, y portaron muñecos y caricaturas del presidente estadounidense, Donald Trump. "Nosotros pisoteamos a EEUU", "No habrá una guerra y no negociaremos", eran algunas de las frases presentes en las pancartas.

En la ceremonia, el comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución de Irán, el general Mohamad Ali Yafarí, aseguró que "los 40 años de historia de la Revolución Islámica muestran los sucesivos fracasos de Estados Unidos en la región".

Yafarí, en referencia a las nuevas sanciones de Washington contra Teherán que entrarán en vigor, declaró que "la última arma del enemigo, la guerra económica, acabará en fracaso". "Nunca amenaces a Irán", dijo dirigiéndose a Trump el comandante en jefe de los Guardianes, quien instó a "la resistencia" como única estrategia para hacer frente a los enemigos de la República Islámica.

EEUU se retiró el pasado mes de mayo del acuerdo nuclear firmado entre Teherán y seis grandes potencias en 2015 y volvió a imponer sanciones a Irán, cuya segunda ronda penalizará a partir de mañana la venta de petróleo iraní y las transacciones con su Banco Central.

Una de las asistentes a la protesta, Fateme Moqadam, explicó que la postura de Irán contra EEUU es la misma que en los años anteriores. "El hecho de que haya o no sanciones no tendrá influencia en nosotros, pero estas provocaciones que se hace desde Washington bajo el nombre de sanciones nos hace más decididos", subrayó.

El asalto a la embajada de EEUU en Teherán fue perpetrado en 1979 por estudiantes islámicos que secuestraron a 52 funcionarios estadounidenses durante 444 días. Las autoridades iraníes exigían la extradición del sha Mohamad Reza Pahleví, quien huyó a EEUU para recibir tratamiento médico con el triunfo en 1979 de la Revolución Islámica, liderada por el imán Ruholá Jomeiní.