Es la manifestación más multitudinaria desde que iniciaron las protestas hace un mes. Decenas de miles de personas de las principales ciudades de Argelia salen a las calles por cuarto fin de semana consecutivo pese a la decisión del presidente del país, Abdelaziz Bouteflika, de renunciar a un quinto mandato, aplazar las elecciones presidenciales y poner en marcha un periodo de transición.

Hermanados en torno al grito "el pueblo quiere la derrota del régimen", los manifestantes desbordaron el viernes las calles de la capital argelina en el que instaban a las fuerzas de seguridad a unirse a la protesta.

Cientos de policías, unidades antidisturbios y agentes de las servicios secretos les escucharon en calma y aceptaron los caramelos y las flores que les ofrecían los ciudadanos al grito de "quitaos la gorra y venid", sin que en ningún momento hicieran siquiera el amago de intervenir.

"Si creen que estamos cansados, se equivocan. Aquí no se detiene nadie", ha declarado uno de los asistentes a la protesta de Argel, el doctor Madyid Benzida.

También se tiene constancia de padres que han llevado a sus hijos a una marcha, de carácter más pacífico que en otras ocasiones. "Queremos un futuro mejor para nuestro país", aseguran los padres de Mohamed Kemime, de 10 años, mientras el influyente estamento clerical se ha sumado a la conversación pública. "Hay que ser optimistas", declara el influyente clérigo Mohamed Abdelkader Haider desde una mezquita en la capital.

"Hay que tener paciencia", ha añadido. Aunque Buteflika acabó cediendo a las exigencias de los manifestantes para retirar su candidatura a la reelección en los comicios -sus opositores creen que está incapacitado para gobernar tras el infarto sufrido en 2013-, el jefe del Estado argelino decidió aplazar las elecciones para dar tiempo a una "conferencia nacional", que se entiende como una ampliación artificial de su mandato.

Desde el partido gubernamental del Frente de Liberación Nacional (FLN), se ha asegurado que Buteflika "ya es historia" y que su formación debe mirar hacia adelanta y apoyar a los manifestantes.