La historia de esta madre de North Tyneside, Reino Unido, es la última muestra del sufrimiento que causan los estándares de belleza inalcanzables.

Sarah Weddle pide ayudar para recaudar los fondos suficientes para el tratamiento psicológico que necesita su hija Chloe, con anorexia nerviosa desde hace cuatro años. "Estoy aterrada, creo que voy a perderla", es el lamento de esta madre que, desesperada, ha decidido publicar las fotos del estado en el que se encuentra su hija.

Sarah cuenta que su hija quiere ir a la universidad, estudiar biología y empezar de nuevo. Pero para ello necesitará pasar antes por un centro psiquiátrico privado. El tratamiento cuesta 30.000 euros y se encuentra en Marbella.

"Chloe ha tenido anorexia durante tanto tiempo que no puede recordar lo que era su vida antes", confiesa su madre. Que asegura que "no tenemos ningún plan B, hemos intentado todo. Realmente esta es la última oportunidad". En su mensaje, Sarah critica duramente a los hospitales públicos, que no han ayudado a Chloe, que ha pasado por varios sin obtener ningún resultado.