Al menos tres personas han muerto este domingo durante un tiroteo en la ciudad de Austin (Texas, EEUU), en lo que la Policía ha descrito como un incidente "doméstico" y "aislado".
El jefe en funciones de la Policía de Austin, Joe Chacon, ha afirmado en una rueda de prensa que las autoridades han identificado al sospechoso de haber perpetrado el ataque, Stephen Nicholas Broderick, de 41 años, quien se dio a la fuga tras el tiroteo. En este sentido, la 'CNN' ha informado de que se trata de un exdetective de la Oficina del Sheriff del condado de Travis, que fue acusado de agresión sexual a un niño.
Este tiroteo se produce solo unas horas después de que al menos tres personas fallecieran y otras dos resultaron heridas por disparos en un bar de Kenosha, en el estado de Wisconsin. Las autoridades, que han calificado el suceso de "específico y aislado", están buscando al autor de los disparos.
Además, el pasado jueves ocho personas fallecieron y cinco resultaran heridas después de que un hombre armado abriese fuego de manera indiscriminada en un almacén de la empresa de servicios postales FedEx en Indianápolis (Indiana).
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Este y los tiroteos de las últimas semanas en EEUU han reabierto el debate sobre un mayor control de armas en el país. Precisamente este viernes, el presidente, Joe Biden, exigió al Senado que refuerce el control de las armas de fuego y que deje de "aceptar" un tipo de violencia que "se ha convertido en algo demasiado normal" y causa 106 víctimas mortales al día en este país. "La violencia armada es una epidemia en Estados Unidos, pero no debemos aceptarla, debemos actuar", exhortó.