La primera explosión ha tenido lugar en las inmediaciones de la oficina de los servicios de Inteligencia del país (NDS, por sus siglas en inglés), tal y como ha señalado el portavoz del Ministerio del Interior, Nayib Danish.

El jefe de la Policía de Kabul, Daud Amin, ha confirmado que el atentado ha sido perpetrado por un terrorista suicida que iba a bordo de una motocicleta. Alrededor de 20 minutos después se ha registrado una segunda explosión en este mismo lugar, causando numerosas víctimas entre trabajadores sanitarios y periodistas que habían acudido a la zona.

Un periodista de la cadena Tolo TV ha asegurado que "la segunda explosión tuvo lugar cuando los periodistas y cámaras estaban trabajando en la zona", mientras que la agencia francesa de noticias AFP ha confirmado la muerte de Shah Marai, uno de sus fotógrafos.

Asimismo, la cadena de televisión local 1TV ha indicado que dos de sus trabajadores, Ghazi Rasuli y Nouruz Alí Rayabi, figuran entre los fallecidos en el ataque. Por su parte, la Embajada estadounidense en Kabul ha condenado los "salvajes" atentados y ha expresado sus condolencias a las familias, al tiempo que ha dicho que "allí donde los medios están en peligro, el resto de derechos están bajo una grave amenaza".

"Estamos junto al pueblo y el Gobierno de Afganistán en su lucha contra el terrorismo y aplaudimos a las fuerzas de seguridad por sus continuos esfuerzos para garantizar la seguridad de Afganistán ante estos ataques cobardes", ha remachado en su comunicado.

Los terroristas de Dáesh han asumido la autoría de este atentado.