Al menos 14 personas han muerto, entre ellas un niño de nueve años, al desplomarse un teleférico en las inmediaciones de la localidad italiana de Stresa, en el norte del país y cerca de la frontera con Suiza. En la cabina iban 15 personas, y además de los fallecidos un niño de cinco se encuentra en estado crítico y aunque se encuentra consciente y ya ha sido operado de una pierna.
El teleférico cubría el recorrido desde el lago Maggiore hasta la montaña de Mottarone cuando, por causas todavía bajo investigación, el cable que lo sustentaba se partió a escasos 100 metros de la estación de llegada, en la parte más alta del recorrido, donde llega a alcanzar los 1.400 metros de altura sobre el nivel del mar.
Todo apunta a que la cabina comenzó a retroceder hasta chocar con la torre. Fue ahí cuando los cables se cortaron y la cabina cayó.
Las operaciones de rescate y recuperación han sido enormemente complicadas porque la cabina cayó en pleno bosque dentro de un área particularmente inaccesible, hasta el punto de que un vehículo de Bomberos que se dirigía a la zona acabó volcando por lo escarpado del terreno, sin víctimas que lamentar.
El teleférico, inaugurado en 1970, recorre uno de los trazados por cable más largos de Europa y reanudó sus operaciones el 24 de abril, tras la relajación de las restricciones por la pandemia de coronavirus. Además, según informa 'Il Corriere della Sera', el teleférico había sido objeto de una renovación y revisión en 2016, financiada por la región del Piamonte y el Ayuntamiento de Stresa, durante la cual los cables fueron sometidos a un análisis magnetoscópico para confirmar su fiabilidad.