Al menos 23 personas han muerto y más de 60 han resultado heridas en una serie de atentados registrados en varias zonas de Bagdad, según han informado fuentes del Ministerio iraquí del Interior. La mayoría de las áreas afectadas por los atentados son de mayoría chií, según las fuentes, que en un principio hablaron de diez muertos y no descartaron que aumente la cifra final de víctimas.
Seis coches bomba y un artefacto estallaron principalmente en mercados populares muy concurridos y situados en distintos puntos de la ciudad. Las explosiones se produjeron en las zonas de Al Tubyi y Al Azamiya, en el norte; Al Sadriya y Al Kahramana, centro; Al Shab, noreste; y Al Amel, suroeste.
La violencia sectaria y el terrorismo ha aumentado en Irak con frecuentes ataques contra las fuerzas de seguridad y la comunidad chií. El pasado 14 de noviembre, al menos 29 chiíes murieron y otros 60 resultaron heridos en un atentado suicida en la provincia de Diyala, que coincidió con la conmemoración de la festividad religiosa de la Ashura.
Según los datos de la misión de la ONU en Irak (UNAMI) y el Gobierno iraquí, cerca de un millar de iraquíes perdieron la vida en actos violentos durante el pasado octubre, uno de los meses más mortíferos de los últimos cinco años.
Por otra parte, hombres armados han matado este miércoles a un guardaespaldas fuera de servicio del presidente iraquí, Jalal Talabani. Hombres armados irrumpieron en la vivienda del guardaespaldas en Suleimaniya, 260 kilómetros al noreste de Baghdad. Talabani está en Alemania desde hace meses para recibir tratamiento médico.