Al menos 100 personas han muerto por la explosión de un coche bomba en un puesto de control de carretera en Mogadiscio, en la concurrida intersección que conecta la capital somalí con la localidad de Afgoye, según fuentes médicas.
Esta cifra de víctimas mortales es provisional y conservadora, señaló el médico Yahye Ismail, quien urge a la población que acuda a donar sangre. "Se ha pedido a otros pacientes, familiares e incluso a médicos, enfermeras y personal del hospital que donen sangre con urgencia para ayudar a las víctimas. La situación es mala", dijo Ismail.
En el momento de la explosión varios estudiantes universitarios atravesaban el cruce dentro de una furgoneta. Iban cargados con libros, dirección a la universidad. Además, entre los muertos, más de una decena de policías y al menos dos ingenieros de nacionalidad turca, quienes en el momento de la explosión realizaban obras en esta carretera que une Mogadiscio con Afgoye.
El atentado tuvo lugar cuando un presunto suicida hizo estallar su vehículo cerca de una oficina de impuestos en un puesto de control en la intersección Ex-control Afgoye, en cuyos alrededores había coches patrulla, estudiantes y vendedores de qat (estimulante vegetal).
Todavía ningún grupo terrorista ha reclamado la autoría de este suceso, si bien el grupo yihadista Al Shabab se había manifestado en contra de la edificación de esta carretera. Mogadiscio sufre a menudo atentados de Al Shabab, organización terrorista que se afilió en 2012 a la red internacional Al Qaeda y que controla parte del centro y el sur de Somalia, donde aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.