Al menos un muerto y cinco heridos en un ataque con misiles contra un centro comercial y un almacén de productos en la ciudad de Odesa, según ha informado en su perfil oficial de Facebook el Comando Operativo en el sur de Ucrania. "Misiles obsoletos han logrado penetrar en un centro comercial y un almacén de productos de amplio consumo", ha indicado, agregando que "el enemigo continúa con los ataques a civiles e infraestructura civil" en la ciudad.

A lo largo de la jornada del lunes, y durante toda la noche, Odesa ha sido atacada con al menos siete misiles y varios disparados desde la península de Crimea, controlada desde 2014 por Rusia, según han denunciado las autoridades locales. Antes de este ataque en el centro comercial y el almacén, el Ayuntamiento de Odesa ha informado en su cuenta de Telegram del impacto en la región de al menos cuatro misiles Onix, uno de los proyectiles de alta precisión más modernos con los que cuentan las Fuerzas Armadas rusas.

Durante el fin de semana, también ha habido bombardeos en otros puntos del país, como en la localidad de Popasna, donde, como resultado de los bombardeos en la región de Lugansk, infraestructura crítica en Belogorov y Severodonetsk ha sido destruida. Así, la empresa Vodokanal, que asegura el suministro de agua a la zona, ha tenido que interrumpir su servicio, según el jefe de la administración militar regional, Sergii Haidai, tal y como ha recogido en un comunicado este lunes el Ministerio de Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados.

Asimismo, también han sonado las alarmas aéreas en Dnipropetrovsk, según el administrador estatal regional, quien ha dicho que en la localidad de Zelenodolsk varias casas han resultado dañadas por culpa de los bombardeos. La Fiscalía de Ucrania ha explicado en su perfil oficial de Telegram que se está investigando una violación de las leyes y costumbres de la guerra debido a que las autoridades ucranianas han encontrado el cuerpo de tres civiles que tienen disparos en la cabeza en Makariv, en la región de Kiev.

Tragedia en Mariúpol; Azovstal en el punto de mira

Mientras tanto, el Ejército ruso continúa su ofensiva en el sureste de Ucrania, focalizada en la región prorrusa del Donbás (que incluye a las rebeldes autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk) y en la ciudad costera de Mariúpol, en el mar de Azov, donde trata de hacerse con las instalaciones de la acería de Azovstal. Así lo señala el informe diario publicado por el Estado General de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el que se expresa el temor de que los rusos pueden realizar actos de sabotaje en las instalaciones de la industrias químicas ucranianas en las zonas que han ocupado.

Lo ocurrido en Mariúpol se ha convertido en toda una tragedia humanitaria. Una misión de observadores de la ONU sospecha que "miles de personas civiles" han muerto en la ciudad como consecuencia de la invasión rusa, lo que podrán verificar cuando consigan tener acceso a esta ciudad que ha quedado ampliamente destruida. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha corroborado la muerte de cerca de 3.400 civiles desde que empezó la guerra, "pero las cifras reales son mucho más altas, el gran agujero negro es Mariúpol, donde es difícil corroborar la información", ha señalado la jefa de los observadores, Matilda Bogner, en una rueda de prensa en Ginebra.

Por otra parte, en el parte castrense, se afirma que "el enemigo lleva a cabo operaciones ofensivas en el este de Ucrania para establecer el control total sobre el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk y mantener un corredor terrestre entre estas áreas y la península de Crimea temporalmente ocupada". Los rusos centran "los principales esfuerzos del grupo de aviación en apoyar la actividad de las unidades en la zona operativa del este: concretamente en las direcciones de Slobozhansky, Donetsk y en el área de la acería de Azovstal", en la ciudad de Mariúpol.

Allí, en Azovstal, al menos 100 civiles ucranianos permanecen refugiados en las instalaciones, según ha informado un asesor de la alcaldía de la ciudad, Petro Andriuschenko. La sitiada ciudad al borde el mar de Azov está completamente bloqueada por las tropas rusas desde casi el comienzo de la invasión, el pasado 24 de febrero, y las instalaciones de la acería han servido como refugio a cientos de civiles y militares que aún aguantan el asedio.

Los barcos enemigos continúan realizando tareas para lanzar ataques con misiles contra infraestructuras civiles y militares en Ucrania"

Por otra parte, "ciertas unidades de las Fuerzas Armadas bielorrusas protegen la frontera entre Ucrania y Bielorrusia en las regiones de Brest y Gomel". En la región de Sumy, al noreste de Ucrania y cercana a la frontera norte del Donbás, persisten los bombardeos. "Los rusos dispararon lanzacohetes MLRS contra los asentamientos fronterizos de Velyka Pisarivka, Bilopillia, Krasnopillia y Yunakivka", indicó el parte de guerra. Y en Izium, fronteriza con del Donbás, los rusos reponen municiones, combustible y logística, en preparación de nuevas operaciones sobre Lugansk y Donetsk.

Por otra parte, y siempre según el mando ucraniano, los "barcos enemigos (apostados en el Mar Negro) continúan realizando tareas para aislar áreas de combate, realizar reconocimientos, lanzar ataques con misiles contra importantes infraestructuras civiles y militares en Ucrania, apoyar a las unidades costeras y bloquear la navegación civil". Durante el lunes, en las regiones de Donetsk y Lugansk, los ucranianos rechazaron con éxito 15 ataques enemigos, destruyendo un sistema de misiles antiaéreos, nueve tanques, tres sistemas de artillería, veinticinco vehículos blindados de combate, tres unidades de equipo de ingeniería especial y tres vehículos enemigos, señaló el informe castrense.