Al menos 300 personas murieron en el bombardeo ruso a un teatro que servía de refugio a centenares de personas en la asediada ciudad ucraniana de Mariúpol. Así lo ha confirmado el Ayuntamiento 9 días después de que se produjera el ataque, que redujo el centro cultural a escombros.

En un primer momento, las autoridades esperaban una cifra de muertes estratosférica por la cantidad de civiles que albergaba el centro, entorno a las 1.000 personas. Sin embargo, poco después se informaba de que no se había rescatado ningún cuerpo sin vida, y se avivaba la esperanza de un hecho casi milagroso. Hasta el momento, en cambio, las autoridades solo han informado del rescate de 130 personas con vida tras dicho ataque.

A las puertas del centro, los ciudadanos de Mariúpol habían escrito en ruso la palabra 'niños' de manera que, a vista de pájaro, se pudiera leer por las tropas aéreas de Putin.

El teatro bombardeado en Mariupol indicaba con la palabra 'niños' que era un refugio de civiles

Sin embargo, nada frenó el ataque, del que se acaban de conocer las estimaciones de víctimas según lo que han declarado los testigos. Moscú ha justificado el ataque al teatro alegando que era un objetivo militar, pretexto similar al que ha utilizado en otros incidentes polémicos como el bombardeo a un hospital de la misma zona o el reciente ataque sobre un centro comercial a las afueras de Kiev.

Ataque a un hospital materno infantil en Mariupol

Las autoridades ucranianas aseguran que más de 4.000 civiles han sido asesinados por el ejército del Kremlin solo en Mariúpol, una ciudad asediada desde el comienzo de la invasión con una posición geoestratégica, entre las provincias del Donbás y Crimea.

Desde hace más de 25 días, los ciudadanos que aún siguen atrapados en Mariúpol carecen de agua potable, electricidad y calefacción. Una situación crítica que el Gobierno del país trata de solventar estableciendo corredores humanitarios que, habitualmente, fracasan en el alto al fuego.

Muchos habitantes sufren la cara más dura la guerra: el hambre, temperaturas de menos de 0ºC y la sed siguen ahogando más de un mes después del comienzo de la guerra a una población de más de 400.000 habitantes. En estos momentos sigue el cerco y la crisis humanitaria en la ciudad de Mariúpol en la que, según Volodomir Zelenski, más de 100.000 personas viven en atrapadas y en condiciones "infrahumanas".

Devastación en Mariúpol
Una niña sentada en un refugio antibombas improvisado en Mariupol

En total, nueve de cada diez edificios de la ciudad han quedado dañados por los bombardeos. Los misiles han caído sobre campos de fútbol, áreas de recreo de niños, teatros, centros culturales, escuelas, casas... convirtiendo los sótanos de los hospitales en morgues y provocando la apertura de fosas comunes.

Los cadáveres se colocan en una fosa común en las afueras de Mariupol, Ucrania