Al menos 92 personas, entre ellas mujeres y niños, han muerto por los bombardeos israelíes de las últimas horas en Deir al Balá y Rafá, localidad esta última del sur de la Franja de Gaza donde se encuentra la población palestina desplazada a la fuerza de otras partes del enclave en condiciones de subsistencia críticas.

Según han informado fuentes médicas a la agencia oficial de noticias palestina WAFA, todas las víctimas se encontraban en tres domicilios alcanzados por ataques de artillería y ataques aéreos del Ejército de Israel, sin dar por el momento más detalles.

La agencia palestina informa de otro fallecido más en Ciudad de Gaza, concretamente al recibir el disparo de un francotirador israelí en el barrio de Al Nasr. Por otro lado, el Ejército israelí ha confirmado en las últimas horas que "decenas" de milicianos de Hamás han muerto durante las últimas operaciones militares en el norte y en el centro de Gaza, así como en la ciudad de Jan Yunis, en el sur del enclave y uno de los epicentros del conflicto desde hace semanas.

En una de las operaciones, el Ejército israelí se ha adentrado en el campo de refugiados de Shati, donde ha sido eliminada "una célula terrorista" que estaba escondiendo armas en sacos, según la última evaluación del Ejército.

Otra "célula terrorista" ha sido también eliminada en Jan Yunis, concretamente después de que sus integrantes lanzaran un proyectil antitanque contra un vehículo militar israelí. El Ejército también ha informado de que sus fuerzas han protagonizado un asalto contra un edificio de esta ciudad en el que han encontrado varias armas, entre ellas lanzacohetes y granadas, así como equipos de buceo militares.

El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza ha elevado este viernes a más de 27.365 el balance provisional de fallecidos desde el inicio de la ofensiva militar israelí, iniciada el 7 de octubre como respuesta a unos atentados perpetrados por Hamás y que dejaron unos 1.200 fallecidos.

La ofensiva ha empujado además a más de 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares y, en su mayoría, se agolpan en la zona sur de la Franja, donde se concentran ahora los ataques. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha advertido de una situación "catastrófica" desde el punto de vista humanitario.