Al menos 11.000 personas han sido evacuadas debido a la actividad del volcán Agung, en el este de la isla indonesia de Bali, mientras las autoridades locales insisten en que no hay peligro para los turistas. El director de información de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNBP, en indonesio), Sutopo Purwo Nugroho, ha señalado que el número total de personas que viven en torno al volcán, que entró en el nivel de alerta 3 de una escala hasta 4, asciende a 50.000.

"Ha circulado publicidad excesiva, incluso mucha información engañosa o falsa, sobre un aumento del nivel de alerta", señaló Nugroho en un comunicado. La BNBP indicó que la mayoría de las atracciones turísticas, que se encuentran alejadas del volcán, no se verán afectadas por una posible erupción y tampoco el aeropuerto internacional Ngurah Rai. "No hay razón para dudar de la seguridad de viajar a Bali", aseveró Nugroho.

Las autoridades establecieron un área de seguridad alrededor del cráter de un radio de entre 6 y 7,5 kilómetros y recomendaron a los residentes que abandonasen la zona, donde se sigue registrando movimiento subterráneo de magma y cientos de temblores volcánicos diarios. El volcán, con una altura de 3.031 metros sobre el nivel del mar, entró en erupción entre 1963 y 1964 y mató a más de 1.100 personas.