Ya han salido a la luz las primeras imágenes del autor confeso del asesinato de 10 personas en un instituto de Texas. El menor lo hizo con dos armas que su padre había comprado legalmente y vestido con una camiseta en la que ponía 'nacido para matar' y con botas militares

Era un estudiante del centro de 17 años, introvertido y solitario. Su plan era suicidarse tras el asalto, pero finalmente se entregó. El juez le ha mandado a prisión sin posibilidad de fianza acusado de asesinato.

Mientras, los supervivientes aún no han podido olvidar el horror que se vivió en los pasillos. Una de ellas cuenta que oyó "cuatro o cinco disparos" y en ese momento corrió a esconderse, como hicieron todos los que no pudieron huir. "Decíamos 'callaos, callaos, tenemos que callarnos, si no nos callamos va a venir a por nosotros'".

Una escena que sucede con demasiada frecuencia en Estados Unidos aunque desde la Casa Blanca piden paciencia: "No tengo nada que anunciar en este punto, pero estamos teniendo conversaciones sobre cuál es el mejor modo de proteger a los niños de este país".

Una reacción que resulta insuficiente para las víctimas como Emma González, superviviente de la matanza de Parkland en la que murieron 17 personas. A través de sus redes ha dicho que los afectados por la violencia con armas merecen más que ser recordados en los "pensamientos y oraciones".

Pero por ahora, a falta de iniciativa política para el control de armas, sólo hay flores y abrazos para los asesinados en clase.