El cerco sobre el alemán Christian Brückner como presunto autor del crimen de Madeleine McCann en el Algarve portugués en en 2007 se estrecha cada vez más. A las declaraciones una exnovia británica que aseguro que el presunto asesino le dijo la noche anterior al secuestro que tenía que "hacer un trabajo horrible en Praia da Luz" (lugar donde desapareció la niña), se suman ahora las declaraciones de su mejor amigo Michael Tatschl.

Según informa el diario británico 'Mirror', este hombre, que vivió con el pedófilo alemán en esa zona de Portugal, asegura que "era un pervertido y más que capaz de arrebatar a un niño por motivos sexuales o dinero". "Sé que lo hizo", ha apuntado.

Tatschl fue interrogado ahora hace un año por la policía alemana y austríaca que investigaba la desaparición de Madeleine y contó cómo su amigo se jactaba de robar en los apartamentos vacacionales de turistas adinerados. Además contó que Brückner se jactaba de "vender niños" y que temía que Madeleine hubiera sido vendida a una red de pedófilos.

"Siempre se jactaba del dinero. Incluso habló de vender niños, tal vez a Marruecos. Creo que probablemente vendió a Maddie a alguien. Tal vez a un círculo pedófilo. Estaba viviendo con él en ese momento. Él era mi mejor amigo. Sé que lo hizo", declaró.

Este hombre también explicó que el sospechoso estaba obsesinado con con una 'deep web' y que la usó para mover pornografía y drogas. El que fuera amigo de Brückner espera que su arresto sea "inminente": "Era un pervertido. Todos sus amigos pensaban eso de él. Tuvo algunos problemas sexuales. Realmente espero que finalmente puedan cerrar este caso y declarar a Christian culpable porque lo ha hecho. Necesita admitirlo ante la Policía".

Brückner está siendo investigado por la fiscalía de la ciudad alemana de Braunschweig y ya manifestó a un conocido su fantasía de secuestrar y abusar de un niño pequeño, según reveló este viernes el diario alemán 'Der Spiegel'.

Según los documentos de la investigación, en septiembre de 2013 el sospechoso le escribió a un conocido por un servicio de mensajería de chat que sentía el deseo de "cazar algo pequeño y utilizarlo durante días". A la respuesta de su interlocutor de que esto sería peligroso, Christian B. replicó: "Bah, si luego se eliminan las pruebas".

El presunto asesino de Madeleine, que tenía 3 años de edad cuando desapareció en 2007, donde veraneaba con su familia, se encuentra en la actualidad cumpliendo condena en una cárcel alemana y cuenta con numerosos antecedentes de delitos sexuales, entre ellos contra menores.

Además, el presunto asesino está siendo investigado por otro posible secuestro, el de la niña alemana Inga, de 5 años de edad, que desapareció en el estado federado de Sajonia-Anhalt en primavera de 2015, durante una excursión con su familia.

Christian B. se encontraba por esas fechas en un terreno a 90 kilómetros de distancia del lugar en que fue vista la niña por última vez; éste fue registrado un año después por la policía, que encontró un USB que contenía pornografía infantil pero ningún rastro del paradero de Inga.

El ciudadano alemán vivió en el Algarve portugués entre 1995 y 2007, cerca de la localidad de Praia da Luz en la que se encontraba el apartamento turístico del que desapareció Maddie.