Arde todo un 'templo' de la animación japonesa. Atrapados por las llamas, 70 trabajadores, artistas del manga y el anime. 33 de ellos han muerto. Del resto, heridos, 10 están críticos.

"Los bomberos tuvieron que sacarles por las ventanas", "vi gente con quemaduras, cubiertos por alguna sustancia", relatan algunos de los testigos.

Gasolina fue lo que utilizó el atacante que prendió el fuego al grito de "¡morid!", un joven de unos 40 años al que han detenido no lejos de allí. "Le oí gritar, '¡me habéis plagiado!'", apunta otra testigo.

Tal sería su inquina que, según cuentan los medios locales, el atacante se aseguró de bloquear la salida principal de la productora para dificultar y ralentizar la huida y los rescates.

Se ha perpetrado así la peor masacre en Japón en casi dos décadas: las redes se han volcado, consternadas, con las víctimas. Por lo humano y por lo artísits y artísticas: porque 'KyoAni' llevaba más de treinta años deleitando a los fans 'otakus' con sus dibujos, su atención al detalle.

Ya se han recaudado más de 300.000 euros para volver a poner en marcha esta fábrica de historias.