Ante las previsibles dificultades que tendrán los migrantes de la caravana para cruzar la frontera estadounidense, las autoridades mexicanas se preparan para albergar durante varios meses a miles de centroamericanos en la ciudad de Tijuana, donde seguían llegando nuevos contingentes.

Unos 800 migrantes, en su mayoría hondureños de la caravana que entró en México el 19 de octubre, alcanzaron esta mañana Tijuana, donde se sumaron a otros 800 que han ido llegando esta semana y que están hospedados en una quincena de albergues ofrecidos por organizaciones civiles y un complejo deportivo público.

Las autoridades estatales de Baja California (noroeste), donde se encuentra Tijuana, alertaron de que antes de la llegada de esta caravana ya se contabilizaban cerca de 4.000 personas que llevan meses esperando en este estado su turno para pasar por la estación migratoria estadounidense.

"Si los que llegan hoy se ponen en la fila, por lo menos estamos considerando que estarán acá cuatro meses mínimo", aseguró en declaraciones a Radio Fórmula el secretario de Gobierno de Baja California, Francisco Rueda.

El alto cargo avisó que las autoridades municipales y estatales no tienen recursos para "atender de manera humanitaria" a todo el grueso de migrantes, que podría ampliarse aun más con la llegada de 9.000 personas en total, repartidas en varias caravanas a lo largo de México, que también se dirigen a Estados Unidos.

Refirió que el Gobierno estatal solicitó a la federación 80 millones de pesos (3,5 millones de euros) para hacer frente a la llegada de migrantes, y a la cancillería le pidió que exhorte a Estados Unidos que agilice la recepción de migrantes que piden asilo.