Más de 70 dirigentes empresariales del Reino Unido firmaron una carta para pedir un segundo referéndum sobre los términos del Brexit al considerar que un acuerdo "duro y destructivo"de salida en marzo de la Unión Europea (UE) dañará la Economía.
La misiva, publicada por 'The Sunday Times', está firmada por el director ejecutivo de Waterstones, James Daunt; Richard Reed, cofundador de Innocent Drinks; Lord Myners, expresidente de Marks and Spencer, y Martha Lane Fox, fundadora de Lastminute.com, entre otros.
"A la comunidad empresarial se le prometió que, si el país votaba a favor de irse, continuaría habiendo un comercio sin fricciones con la UE y la certeza sobre las relaciones futuras que debemos invertir a largo plazo", exponen en la carta los empresarios.
A pesar de los esfuerzos de la primer ministra, Theresa May, añaden, "las propuestas que están discutiendo el Gobierno y la Comisión Europea están muy lejos" de las promesas en la primera consulta.
La carta concluye que "ahora nos enfrentamos a un (acuerdo) ciego o a un Brexit duro y destructivo", y "dado que ninguno de los dos estaba en la papeleta electoral en 2016 creemos que la elección final debe ser devuelta al público con un voto popular", subrayan.
Los dirigentes empresariales, además, alertan de que "la incertidumbre en los últimos dos años ya ha llevado a una caída en la inversión".
Sin embargo, una fuente de Downing Street dijo a la 'BBC' que la primer ministra tiene claro que no habrá un nuevo referéndum. "Tuvimos un voto popular, fue en junio de 2016", añadió la fuente a la cadena pública británica.
El ministro británico para la salida de la UE, Dominic Raab, ha declarado que espera que las negociaciones concluyan antes del 21 de noviembre, aunque no hay consenso sobre la frontera de Irlanda del Norte.
El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, por su parte, advirtió este sábado de que el proceso del Brexit está "erosionando" la relación con el Reino Unido y "socavando" el acuerdo de paz de 1998.
Ese acuerdo, suscrito por los partidos norirlandeses y los Gobiernos de Londres y Dublín, garantes del mismo, puso fin a tres décadas de conflicto en el territorio británico de Irlanda del Norte, sentó las bases del actual sistema de Gobierno autónomo de poder compartido y reguló las relaciones entre las partes.
El Brexit también se colaba en una fiesta popular en Kent, en la que han quemado la figura del euroescéptico ex ministro de Exteriores británico, Boris Johnson.