Los gritos de los migrantes que atraviesan el Mar Mediterráneo son el ruido vergonzante de Europa que sigue resonando con fuerza mientras decenas de personas que, flotando, esperan ser rescatadas.
"Ha muerto más gente en seis meses que en todo el año anterior", lamenta David del Campo, director de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Save The Children. "Vamos a terminar 2016 como el año más trágico y más mortal de la historia de la Unión Europea porque no hemos permitido unas vías seguras para que la gente pueda huir", añade.
Un 30% de las cerca de 300.000 personas que han cruzado el Mediterráneo en estos meses son niños, según Acnur. En total, 423 niños de los 90.000 que se embarcaron en el trayecto han muerto, explica Del Campo.
Para ellos, los peligros no se limitan a las aguas del Mar Mediterráneo. Si además de realizar este viaje tan peligroso, lo hacen en solitario, el trayecto es aún más difícil. "El 90% de los niños que hacen esta travesía solos lo hacen con redes de traficantes", explica Maite Pachecho, directora de Políticas Infancia de UNICEF. "Van haciendo favores sexuales o teniendo que delinquir para otros o hacer trabajos forzados", apunta.
UNICEF calcula que hay 28 millones de niños que han salido de sus países por guerras y conflictos, un hecho que les deja secuelas psicológicas.