Un mes después del terremoto de Italia, la estampa son toneladas de escombros, 297 personas muertas y 780 hospitalizadas. Matteo Renzi cifra los daños en al menos 4.000 millones de euros y anuncia que los pueblos serán reconstruidos como antes.

"Volver a planificar todo lo referente a las mejoras sísmicas desde ya, y gastar el dinero en proyectos e intervenciones que ayudarán a mejorar la seguridad de nuestros hijos en la escuela", explica el primer ministro italiano.

Los supervivientes esperan poder volver pronto a sus casas, pero el proceso se antoja lento. Ya han comenzado las primeras lluvias de otoño y aún hay 2.500 personas esperando el realojo. El Gobierno ha comenzado a trasladarlos a casas de alquiler y hoteles.

Mientras, en Marbella recaudan fondos para los damnificados con un menú italiano solidario. "Yo soy italiano, y mi corazón está un poquito en Marbella, y un poquito allí", afirma Bruno Filippone, dueño de 'Da Bruno'. Han servido unas delicias que llenan el estómago, pero más aún el alma.