El popular cantante etíope de la etnia Oromo, Hachala Hundessa, ha sido acribillado a balazos, lo que ha provocado la ira de sus seguidores que se han concentrado para protestar por la muerte del cantante. Durante las manifestaciones de esta semana, han muerto 166 personas.

Para sus seguidores, era mucho más que un cantante, porque también era un activista que llevaba años dando voz a la lucha de su pueblo. Muchos adoptaron como himno de la revolución Oromo las canciones de protesta política del artista. Oromo es la etnia mayoritaria en Etiopía, aunque hasta 2018 no consiguió su primer presidente en el país.

Así, en 2018, con Abiy Ahmed volvió la estabilidad no solamente a Etiopía, sino también a su país vecino Eritrea, algo por lo que recibió el Premio Nobel de la Paz. Pero a pesar de haber un Oromo en el poder, Hachala Hundessa ha sido asesinado, lo que ha despertado una nueva revolución en su pueblo.

La represión de los manifestantes ha producido la detención de más de 1.000 personas hasta la fecha. La ONU y la Unión Africana ya ha reclamado calma y diálogo porque esto podría desestabilizar la transición democrática del país.