Rusia habría perdido la mayoría de sus unidades de élite, las Spetsnaz, por haberlas usado mal. Estas unidades, entrenadas en misiones quirúrgicas y sigilosas, fueron enviadas al frente con la infantería. Así lo desvela una de las últimas informaciones conocidas a través de las filtraciones del Pentágono, un caso que sigue un guion digno de película.

Los actores clave en la captura de Jack Douglas Teixeira, el joven detenido son un grupo de detectives en internet, son un medio de comunicación y el mismísimo FBI. Ambos dealizaron un arduo trabajo siguiendo las migas de pan digitales que el joven de 21 años iba dejando por el camino. El 6 de abril, el FBI ya había descubierto que el chico había buscado la palabra "fuga" en internet para ver si había noticias sobre la filtración.

Tres días después, el grupo internacional de investigadores en línea de la plataforma Bellingcat identificó el servidor privado desde donde el joven miembro de la Guardia Nacional compartió la información. Para esa fecha, el New York Time, ya había analizado la cocina donde supuestamente se fotografiaron los documentos clasificados.

Estas tres investigaciones simultáneas llevaron a las autoridades a una casa de Masachussets, donde encontraron a Teixeira estudiando. La conocida captura ha puesto en la diana la seguridad de la inteligencia estadounidense. Desde la oposición, miembros del Partido Republicano, lo aprovechan como arma política. La ultraderechista Marjorie Taylor Green ha criticado a la administración Biden por detener al joven y asegura que lo han hecho, simplemente, por desvelar la verdad sobre la guerra en Ucrania.

La publicación que ha sido contestada desde sus filas. La republicana Elizabeth Cheney ha denunciado que su propia compañera nunca debería tener "autorización de seguridad de ningún tipo". Estas filtraciones, según ha publicado el Washington Post, también habrían detectado otros tres globos chinos en territorio estadounidense.