El alto comisionado de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, resume la conclusión a la que se ha llegado en la Conferencia de Seguridad de Múnich: "Tenemos que aumentar y acelerar nuestro apoyo militar a Ucrania rápidamente".

El jefe de la diplomacia europea ha sido claro con los países asistentes al encuentro, que se celebra desde el pasado viernes: la comunidad internacional debe volcarse con Ucrania y reforzarla. Para Borrell, Zelenski y los ucranianos tienen muchos aplausos y poca munición, cuando lo que necesitan es, dice, "ser menos aplaudidos y mejor provistos de armas". A la conferencia asisten unos 40 jefes de Estado y de Gobierno y 75 ministros de Exteriores y Defensa.

Borrell, que se ha manifestado a favor del ingreso de Ucrania en la UE, ha recordado que la guerra supone un "desafío existencial" para la seguridad de todos los países. "Todos los líderes europeos han dicho aquí que Rusia no puede ganar la guerra, que Ucrania tiene que ganar la guerra. Tenemos que pasar las palabras a los hecho", ha subrayado.

Coinciden en la necesidad de acelerar el envío de ayuda militar a Ucrania la primera ministra estonia Kaja Kallas y su homólogo sueco Ulf Kristersson. "He estado hace poco en Kiyv. Los ucranianos nos dicen: ustedes nos mandan armas y eso está bien. Pero las mandan demasiado tarde y demasiado lentamente", ha subrayado Kristersson.

También el primer ministro británico pide incrementar el apoyo militar. "Estamos en un momento crucial en este conflicto en el que si proporcionamos a Ucrania los medios adicionales que necesita, entonces puede cambiar el rumbo y liberar a su país", ha destacado Rishi Sunak.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, que apuesta por un rearme "masivo" en Europa para afrontar la creciente inestabilidad internacional, asegura que quiere la derrota de Rusia en el conflicto pero "sin aplastarla". "Quiero la derrota de Rusia en Ucrania, y quiero que Ucrania pueda defenderse, pero estoy convencido de que al final esto no terminará militarmente", ha dicho, abogando por una solución dialogada del conflicto.

La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, tiene claro que la solución no pasará por ceder territorio a Rusia, pues es el país invasor, "quien ha violado la integridad territorial", quien debe retirar sus tropas del país ocupado para lograr una paz justa. "Si Rusia deja de pelear no habrá más guerra, si Ucrania deja de pelear no habrá más Ucrania y no habrá un orden internacional de paz", ha insistido.

Piden el fin de la "neutralidad" ante el conflicto

Durante estas jornadas ha habido guiños al llamado "sur global", donde algunos países se resisten a tomar partido, y otros, como Brasil, pese a condenar la agresión, no se suman al apoyo a Ucrania. El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, ha sido claro al defender que los países que se dicen neutrales en realidad "están apoyando a Rusia".

En este plano, José Manuel Albares, ministro de Exteriores de España, ha insistido en que esto no es una guerra entre Rusia y la OTAN ni una prolongación de la Guerra Fría, sino que es un conflicto con un agresor, que viola el derecho internacional, y una víctima.

"En esta guerra lo clave son los planes imperialistas del presidente Putin. Lo que estamos haciendo es dejar claro que nunca aceptaremos una guerra imperialista ni que el presidente Putin pisoteé el derecho internacional", ha expresado sobre la misma idea la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, advierte a estos países "neutrales" que si se permite que Putin tenga éxito eso puede servir de estímulos a otros agresores y también de futuras agresiones rusas a otros países, por lo que es necesario que Ucrania gane la guerra. "Si no, otros creerán que, como los rusos lo consiguieron, ellos también pueden intentarlo. Y tenemos que disuadir a los rusos de que lo intenten en otra parte", ha dicho.

Ucrania confía en que acabará recibiendo aviones de combate

Tras tantear las posiciones que los representantes internacionales han adoptado este fin de semana en la Conferencia de Seguridad de Múnich, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, asegura que ha percibido indicios de nueva ayuda militar a Ucrania y del comienzo de un proceso para que Rusia responda de la invasión ante los tribunales.

"He visto declaraciones importantes de los líderes mundiales en favor de nuestro estado y hay indicios sobre el fortalecimiento de nuestro arsenal para nuestra defensa", ha dicho. Y aunque ningún país ha prometido aún cazas, su ministro Kuleba se muestra confiado: "Me atrevo a decir que Ucrania recibirá aviones, solo es una cuestión de tiempo y de procedimiento".

El responsable de Exteriores ucraniano ha solicitado a los países que comiencen los entrenamientos con los cazas lo antes posible, "sin asumir ninguna obligación adicional en este momento" sobre el posible futuro envío de este material al país.