"Los niños se han quedado sin hogar, aterrados y vulnerables. Debemos hacer todo lo que podamos para protegerlos de las enfermedades y la explotación", explica Hamid El-Bashir Ibrahim, representante de UNICEF en Sierra Leona.

Desde el lunes, cuando el desastre golpeó al país, cientos de personas han perdido la vida, incluyendo al menos 109 niños, según fuentes oficiales. Se espera que la cifra de muertos continúe aumentando, ya que más de 600 personas siguen desaparecidas.

La Oficina de Seguridad Nacional de Sierra Leona (ONS) estima que más de 3.000 personas han perdido su hogar.

Según los equipos de UNICEF trasladados a la zona, hay muchas fuentes de agua contaminadas y redes de suministro dañadas, por lo que toda ayuda es poca en estos momentos.