Tras el terremoto que ha afectado a Marruecos y que ha causado la muerte de casi 3.000 personas, la predicción de lluvias desde este miércoles agravará el caos generado. El mayor miedo es que la compactación del terreno de adobe, que es prácticamente tierra, se vaya a convertir en barro.

Una situación difícil cuando no dejan de sobrecogernos las imágenes que llegan desde el país magrebí, donde hay pueblos enteros reducidos a escombros, sin supervivientes. Los rescatistas, frustrados, dicen que no hay nada que hacer y se han marchado cinco días después del terremoto. La población se ve obligada a dormir en lo que antes eran calles y ahora son peligrosos lodazales.

La preocupación crece y la situación amenaza con ser mil veces peor, ya que ahora también se mira al cielo. En las próximas horas se espera lluvia y los ya golpeados por el terremoto temen que todo se convierta en un barrizal. El presidente de Bomberos Unidos sin Fronteras (BUSF), Antonio Nogales, ha advertido de que "se va a compactar todo mucho más, será más complejo retirar los cadáveres todavía sepultados".

En la zona de montaña, todavía quedan aldeas muy inestables donde estas lluvias podrían causan nuevos desprendimientos. "He encontrado a gente sin ropa, dicen que puede llover y no tienen con qué cubrirse, hace mucho frío ahí", cuenta una vecina. Un mal presagio para quienes continúan durmiendo al raso.

"La lluvia está en camino, necesitamos una tienda de campaña, solo nos han dado mantas", ha expresado un afectado. Y cuando llegue el agua, los campamentos improvisados levantados sobre tierra se inundarán. Malika, otra vecina, señala que no saben a "dónde van a ir". "Se acerca el invierno, la lluvia, tenemos niños pequeños", lamenta.

A la posible llegada de precipitaciones se suma la retirada de la ayuda internacional. "No oíamos noticias de que otros equipos de rescate estuvieran encontrando personas con vida", explican los bomberos. A muchos solo les queda recoger los pedazos de una vida pasada para dejar atrás la devastación.

Nuevo temblor de 4,6, el más intenso desde el terremoto mortal

Un temblor de magnitud 4,6, la primera réplica que supera los 4,5 desde el terremoto del pasado día 8 que dejó casi 3.000 muertos, ha sacudido la zona del Atlas afectada a las 6.53 hora local (5.53 hora GMT) de este jueves y se ha sentido en la ciudad del Marrakech.

Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, en sus siglas en inglés), el temblor fue de magnitud 4,6 y se produjo a 9,7 kilómetros de profundidad cerca Ighil, la misma aldea de las montañas del Atlas que fue el epicentro del seísmo mortal.

Se trata de la réplica más importante registrada por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) de España desde el terremoto mortal. En este tiempo, se han producido una treintena de pequeños terremotos de más de 3,4 de magnitud y el más alto hasta ahora, de 4,3, ocurrió el pasado martes por la mañana.