Nicolás Maduro pide a sus partidarios que "radicalicen la revolución" y frenen en las calles el golpe, dice, en su contra. "¡Vamos a hacerlo, carajo. Llegó la hora de hacerlo!", exclamaba el presidente.

En uno de sus mítines más belicosos, el presidente venezolano, ha anunciado que expropiará las fábricas paradas y movilizará al ejército ante una hipotética intervención internacional en Venezuela. Además, ha llamado "asesino" al colombiano Álvaro Uribe, que planteó esa posibilidad.

"No saben de lo que somos capaces de hacer. Al imperialismo le decimos aquí está el pueblo con su instrumento de labranza en una mano y, en la otra, con un fusil, con un lanza misiles, con un cañón, con un tanque para defender esta tierra sagrada", arengaba Maduro.