Nicolás Maduro segura ahora que Estados Unidos pretende asesinar al líder de la oposición, Henrique Capriles, para sembrar el caos en Venezuela y acusar al gobierno chavista de su muerte.

Campaña electoral
A la caza de votos a cuatro semanas para los comicios, el presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, ha visitado una barriada de Caracas arropándose bajo la figura del presidente Hugo Chávez, mientras el opositor Henrique Capriles continúa su maratoniano recorrido por el país y exige un debate.

Sirviéndose de un lenguaje religioso que apela a "cruzadas" y "apóstoles", ambos candidatos empezaron a centrar su atención en las calles y en lanzar claras promesas electorales para ganarse el favor de los venezolanos en las elecciones del próximo 14 de abril, que se desarrollarán bajo la sombra de Chávez, fallecido el pasado día 5.

Aunque cumplió desde Caracas sus actos de precampaña, Maduro anunció que a partir de mañana empezará a recorrer "todos los barrios" que su cuerpo le permita predicando el mensaje y el legado del fallecido presidente y su padre político. "Nosotros nos asumimos como los apóstoles de Chávez y las mujeres y hombres que somos ministros y ministras y los dirigentes fundamentales de la revolución anunciamos hoy aquí que nos vamos por las calles de Venezuela, vamos a recorrer todo el país para llamar al pueblo a la organización. Yo quiero ser el presidente de la paz, de la paz absoluta, de la convivencia, de la vida", declaró.