En EEUU, un bebé de nueve meses sufrió en el 30% de su cuerpo quemaduras de segundo grado. La causa fue por el agua caliente que salió de la manguera con la que su madre quería refrescarlo debido a las altas temperaturas en las que se encontraban. El agua que se acumulaba en la regadera había estado bajo calor todo el día.

Según declaraciones de la madre, ella no se dio cuenta de lo que estaba pasando. "Pensé que estaba llorando porque no le gustaba…odia que le eche agua en la cara", comentó la mujer.