Algunos de los 400 bomberos que contribuyeron apagar el fuego han ido al Elíseo. Allí el presidente les ha entregado una Medalla de Oro en una emotiva ceremonia. En la catedral, unos 60 compañeros vigilan de cerca la estructura. Ya que sigue habiendo riesgo de derrumbe porque, según el ministro de cultura, tres de sus muros son muy frágiles.