Un habitual en la Casa Blanca
Machista, antiabortista o racista: las declaraciones de Charlie Kirk que le permitieron convertirse en íntimo de Trump y Vance
El contexto Este activista político de 31 años fue asesinado con un tiro en el cuello este miércoles mientras ofrecía una comparecencia en la Universidad de Utah. Las autoridades ya han publicado imágenes del posible tirador.

Resumen IA supervisado
Charlie Kirk, un influyente activista de 31 años, fue asesinado mientras daba un mitin en una universidad de Utah. Admirado por Donald Trump y la extrema derecha estadounidense, Kirk era conocido por su resistencia al progresismo y sus polémicas declaraciones machistas, homófobas, tránsfobas, antiabortistas y racistas. Fundador de 'Turning Point USA', su influencia abarcaba más de 3.000 campus universitarios y fue clave en el movimiento juvenil MAGA. Kirk defendía fervientemente valores conservadores y cristianos, llegando a comparar el aborto con el holocausto. Su relación con Trump y el vicepresidente JD Vance le permitió un acceso frecuente a la Casa Blanca, consolidando su papel como aliado estratégico en la política republicana.
* Resumen supervisado por periodistas.
Charlie Kirk fue asesinado este miércoles mientras daba un mitin en un centro universitario de Utah. Las autoridades todavía buscan al responsable, pero ¿quién era este joven de 31 años a quien tanto idolatraba Donald Trump y toda la derecha más extrema de Estados Unidos (EEUU)?
Para sus seguidores era un símbolo de resistencia frente al progresismo, frente a lo 'woke'. Un grupo nutrido, pues entre Instagram y TikTok suman casi 10 millones de 'followers'. Lo adoraban aunque era machista, homófobo, tránsfobo, antiabortista y, sobre todo, racista. Estas son algunas de las declaraciones que le hicieron convertirse en íntimo del presidente de EEUU, Donald Trump, y su vicepresidente, JD. Vance.
Prueba de su racismo, son unas palabras en las que admitió que ver "un piloto negro" le haría pensar: "Ojalá esté cualificado". También destacan unas crudas declaraciones en las que sostiene que a los negros les iba mejor durante la esclavitud porque cometían menos delitos. "Eran mejor en la década de 1940", aseguraba Kirk bajo ese argumento, que una chica trata de rebatirle asegurando que quizás era porque "tenían miedo". Él insistía.
Kirk estaba casado, tenía dos hijos pequeños y era cristiano. Una fe que no dudaba en integrar en su activismo como defensor a ultranza de que EEUU debe ser sinónimo de esos valores. Era tan antiabortista que llegó a decir que obligaría a su hija de 10 años a tener el hijo si fuera violada, pues para él el aborto es peor que el holocausto. Así, lo aseguraba cuando en una de sus conferencias alguien le preguntó si lo estaba haciendo: "Por supuesto. De hecho, lo estoy haciendo. Es peor, es peor".
Muchas de estas barbaridades las decía en debates con jóvenes, porque esa era su misión: difundir su extremismo. Sobre todo en las universidades, como en la de Utah donde estaba cuando fue asesinado. De hecho, fue fundador de 'Turning Point USA', una organización presente en más de 3.000 campus universitarios.
Tal ha sido su actividad que su voz fue clave en el movimiento juvenil MAGA, asociado a Trump. Precisamente, se convirtió en uno de los aliados más estrechos del republicano, así como en una pieza clave para su triunfo electoral que le permitió volver a la Casa Blanca. En definitiva, toda una admiración recíproca.
La admiración entre Trump y Kirk era recíproca. Para Donald, Charlie era el futuro, toda una inspiración para las generaciones venideras. Para ser exactos: "un tipo increíble, su espíritu, su amor por este país". Sin embargo, el magnate no era el único que admiraba al joven, puesto que también lo hacía el vicepresidente JD Vance. Con todos estos contactos en las altas esferas, los medios estadounidenses aseguran que eran continuas sus visitas a la Casa Blanca.