Foza Ali Al Hlayel es una refugiada siria de 70 años que vive en Líbano. La mujer tiene problemas de corazón, dificultades para caminar, es viuda y con dos hijos mellizos de 54 años que son ciegos y tienen una discapacidad intelectual. Foza Ali Al Hlayel recibe 300.000 libras libanesas al mes que, con suerte al cambio son 25 euros, aunque no en metálico. "Recibo un cupón de 25 euros que solo puedo usar para comprar comida", cuenta a la Sexta
Para el resto de gastos, tiene que pedir y, por ello, ahora solo tiene deudas. En concreto, un millón de libras libanesas, y no tiene ni para pagar sus medicinas, ni para cargar el móvil y pedir ayuda. Sin embargo, a pesar de todo se mantiene en pie y se levanta cada mañana para cuidar de sus dos hijos con discapacidad.
LaSexta ha entrado en su casa y sorprende lo poco que pide: tan solo una taza de váter y dos barras para poder sujetarse cuando acompaña a sus hijos al baño, ya que muchas veces se caen, tiene que levantarles y no tiene fuerza para hacerlo.
Además, también hemos hablado con Ali Khleif Al Rwaily, quien consiguió sacar a sus hijas de Siria y mantenerlas con vida. Sin embargo, ahora, con un nuevo miembro en su familia, se siente avergonzado. "Como patriarca, tengo que sacarles a todos adelante, pero ahora soy incapaz de hacerlo", lamenta.
Los precios en Líbano, disparados
Hay muy pocos refugiados sirios sin deudas en Líbano. Además, el precio del alquiler, la luz o el agua han aumentado un 25% solo en 2021. Hace solo seis meses, un litro de leche costaba dos dólares, mientras que ahora cuesta diez, y antes podías comprar un paquete de cereales por cinco dólares, pero hoy no lo encuentras por menos de 30.
Todo el mundo pasa hambre y ahora, más que nunca, rige la ley del mas fuerte. "Antes había trabajos a los que antes solo accedía la población siria, pero ahora hay competencia porque también quieren acceder a ellos la población libanesa que no tiene sus necesidades cubiertas", señala Miriam T. Ramón Méndez, miembro de Acción Contra el Hambre.
Y, por si fuera poco, en Líbano los refugiados sirios no tienen derechos, ya que "el 80% no tienen residencia legal, y esto representa limitaciones para moverse libremente y el riesgo de ser detenidos", tal y como apunta Zara Ghana, proyect manager de NCR Líbano. El país ha firmado la Convención del Refugiado de 1951 y aunque a los palestinos les ha otorgado ciertas ventajas, tras el éxodo sirio el país ha dicho "basta".