Unos 15 millones de personas se verán afectados por la medida que acaba de entrar en vigor en Estados Unidos. Los solicitantes de visado deberán informar de sus movimientos en las redes sociales durante los últimos cinco años.

Todos aquellos que quieran pasar más de 90 días al año en el país deberán hacerlo.

Expertos y asociaciones denuncian que es una medida invasiva y que atenta contra la libertad de expresión.