La seguridad del Boeing 737 MAX 8, el avión estrellado en Etiopía, está en entredicho. Cerca de medio centenar de países han prohibido volar a ese modelo concreto, entre ellos los de la Unión Europea.

En el polo opuesto Canadá y EEUU, cuna de Boeing. Para la Administración de aviación estadounidense no hay base para dejar en tierra el MAX 8. Algo que hasta Trump parece poder en duda por la complicada navegabilidad de los aparatos.

"No quiero Albert Einsteins como pilotos. Quiero profesionales de vuelo a los que se les permita controlar el avión de forma fácil y rápida", ha señalado el presidente de los EEUU en Twitter.

Más de 30 compañías aéreas mundiales dejarán en tierra sus MAX 8, a pesar de que algunas pertenecen a países que ni siquiera lo han vetado aún. Es el caso de importantes compañías como Aerolíneas Argentinas, Aeroméxico o Ethiopian Airlines, afectada directamente por la última tragedia.

En el lanzamiento del 737 MAX 8, las ventas, a 100 millones de euros por unidad, se dispararon.

Pero en los últimos dos días, Boeing ha protagonizado el mayor desplome en 10 años en Wall Street, con pérdidas de 24.000 millones de euros. Y eso, sin tener en cuenta que aerolíneas como Norwegian han anunciado que reclamarán a Boeing indemnizaciones por las pérdidas ocasionadas.