El atentado terrorista sorprendió a muchos españoles como a Maialen que ya había cogido el coche para volver a casa. "De repente, vimos cómo toda la gente que corría y gritaba. Todos estaban llorando, se podían escuchar gritos de 'atentado, atentado, atentado'. De repente me pareció escuchar disparos", recuerda Maialen Martínez. Cuenta que nadie a su alrededor sabía qué pasaba ni qué hacer. "Yo pensé meterme en el hotel que estaba al lado, la señora del coche de delante se bajó y se metió en él", explica.

Un restaurante fue el refugio de María, una española que vive en Niza. "Nos metimos en un bar que estaba hacia la playa", detalla María. Estuvo ahí 15 minutos y, al salir, la Policía les recomendó huir. "No sabíamos a dónde ir y decidimos volver a casa hacia el puerto. Nos encontramos a un policía que nos dijo que nos fuéramos, que seguían los tiros", declara. "Nos trasmitían el miedo a los demás, que echábamos a correr", destaca.

Lorena también contaba, minutos después del atentado, cómo lo vivió en el especial 'ARV'. "Creo que fácil éramos unas 10.000 personas las que estábamos viendo los fuegos, de repente, una marea de personas empezó a correr", recuerda.

Por otro lado, desde España, la angustia se apoderó de Sacha Hormaechea, un conocido cocinero español. Su hija Alejandra de 16 años, estaba allí. "Se refugiaron en un portal hasta que una chica la refugió en su casa", señala Sacha.

Misma sensación la de Jesús, su hija estaba de campamento. "De repente, ha llamado para decirnos: 'Creo que está pasando algo gordo porque la gente se tira por los pretiles'", explica Jesús. Ahora, todos están a salvo, pero con la sensación de haber vivido una autentica pesadilla.