El terror golpeó a España precisamente en un momento de debilidad del yihadismo. Según un informe de la Universidad de Maryland, en 2017 los ataques terroristas a nivel mundial disminuyeron un 24% y el número de muertos un 20%.

"A medida que se ha producido el debilitamiento de organizaciones como Dáesh, esto tiene una traslación directa en el número de atentados que se ve reducido en los diferentes puntos del planeta" explica Manuel Torres, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Pablo de Olavide.

Y bajan donde más se cometen, en África y Oriente Medio. De hecho, más de la mitad de los ataques los han sufrido cuatro países: Irak (23%), Afganistán (13%), India (9%) y Pakistán (7%). En Europa occidental, el número de ataques subió ligeramente respecto al 2016, pero el número de muertes bajó un 65%.

Los expertos lo achacan a la actuación policial y la escasa preparación de los terroristas: "Obedece a acciones más o menos espontáneas, sin sofisticación, de poca letalidad, pero lo suficientemente dramática para que la sociedad se sienta amenazada" asegura Torres.

Según el profesor Manuel Torres, los yihadistas ya no tienen la misma capacidad para movilizar a personas porque se ha visto afectada una de sus estructuras clave: el aparato de propaganda.

"Estamos hablando de personas que están en retirada y que buena parte de ese equipo humano está muerto o está detenido. De hecho, si ponemos en relación las dos graficas sobre el número de comunicados y el control del territorio, vemos que cuando uno cae el otro también" explica Torres.

La presencia de Dáesh en Internet ha disminuido al mismo tiempo que perdía el 95% del territorio que controlaba.