Daniel López Acuña, epidemiólogo y exdirectivo de la OMS, advierte de que "estar con pequeños regateos y tiras y afloja con los horarios de los toque de queda no agrega mucho" y defiende que "donde hay estudios que prueban su eficacia es en Francia, país en el que no se puede salir a la calle desde las 18:00 a las 6:00 horas".

"Esto corta una parte sustancial de la interacción entre las personas, ya que limita la actividad a ir al trabajo y al colegio, y no permite el ocio o las reuniones entre amigos", argumenta.

Para los expertos, los toques de queda tienen que ser amplios para que funcionen, como es, precisamente, el caso de Francia, que ha apostado por el cierre nocturno más amplio.

Italia, con limitaciones por zonas, es el caso más parecido al español. Allí el toque de queda se inicia a partir de las 22:00 horas, mientras que Países Bajos acaba de dar luz verde al toque de queda desde que las 21:00 a las 4:30 horas. Se trata del último país europeo en incorporar esta medida para hacer frente a la expansión del virus.

El Gobierno portugués, por su parte, decretó el pasado 15 de enero el "deber de recogimiento" en casa, es decir, limitar al mínimo las salidas de los domicilios. Sin embargo, a pesar de esta medida, los datos no han mejorado.

Además, otros países también incluyen el toque de queda como medida para frenar los contagios de COVID-19, como es el caso de Marruecos, donde arranca a las 21:00 horas, o Colombia, donde no se puede salir a la calle a parir de las 20:00 horas. En Perú, la hora límite es a las 19:00 horas, mientras que en Ruanda, al igual que en Francia, está prohibido salir a la calle más tarde de las 18:00 horas.

En Alemania y Reino Unido no han incluido la figura del toque de queda, aunque ambos países han implantado severas medidas para contener al virus que en ambos casos incluye el cierre de la hostelería, las instalaciones de ocio y las tiendas de productos no esenciales. Daniel López Acuña señala, en este sentido, que "en el fondo de un pseudo confinamiento"