Una nueva cepa de coronavirus obliga a pisar el freno de nuevo a Reino Unido. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha explicado que Londres y el sureste de Inglaterra pasan a nivel de riesgo 4.

"Los residentes tendrán que permanecer en casa, los establecimientos no esenciales permanecerán cerrados y se recomendará el teletrabajo", ha comentado. Además, las restricciones se verán reforzadas de cara a Navidad.

Pasar a este escenario supone la vuelta al confinamiento, que entrará en vigor a partir de este domingo, algo que impedirá celebrar la Navidad "como estaba previsto", ha lamentado Johnson.

"La propagación está siendo impulsada por la nueva variante del virus", afirma Johnson, que añade que esta cepa "parece propagarse más fácilmente y puede ser hasta un 70% más transmisible que la cepa anterior".

Las autoridades han indicado que ya se ha alertado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el hallazgo de esta nueva cepa, que se propaga con mayor velocidad. De momento, no hay pruebas de que sea más letal o que pueda tener un impacto en la efectividad de las vacunas desarrolladas hasta ahora contra la COVID-19.