La Policía metropolitana de Londres ha anunciado que desplegará a 300 policías adicionales en diversas zonas de la ciudad ante el aumento de los crímenes violentos cometidos con pistola y arma blanca. Seis personas han muerto en tiroteos o apuñalamientos en los últimos siete días en la capital británica y en lo que va de año se han registrado 55 asesinatos, cerca de la mitad de los de 2017, cuando se cometieron 116.

La presidenta del Consejo Nacional británico de Jefes de Policía, Sara Thornton, defendió que los agentes deben volver a utilizar con más frecuencia su capacidad para retener y registrar a personas en barrios castigados por la violencia.

"Ese poder quizás se ha utilizado con demasiada generosidad en el pasado, pero el péndulo ha oscilado ahora hacia la dirección opuesta. Nuestros agentes deben volver a usar esas capacidades. De manera legal y respetuosa, pero con confianza", sostuvo Thornton en un artículo publicado en el diario 'Daily Telegraph'.

La Policía informó de que ha detenido a tres menores, de entre 16 y 13 años, en relación al apuñalamiento de otro adolescente, de 13 años, cuando se registraron en Londres seis episodios similares.

Además, fue detenido un hombre de 30 años como presunto responsable de la muerte a tiros de una joven de 17 años en el barrio de Tottenham. La comisaria jefa de Scotland Yard, Cressida Dick, negó en una entrevista con la BBC que la policía haya perdido el "control" de las calles de Londres.

"En los últimos tres meses y en particular en estos últimos días, hemos registrado un aumento inusual de homicidios horribles y eventos espantosos que se han llevado por delante vidas de personas y han devastado las de otras", explicó Dick. "No se trata de una situación sin precedentes, pero sí que es muy preocupante", resaltó.