La primera ministra británica, Liz Truss, ha anunciado la congelación temporal de las facturas energéticas de los consumidores, con un tope anual de 2.500 libras (2.874 euros) durante un periodo de dos años a partir del uno de octubre.

Con Gran Bretaña enfrentando una larga recesión provocada por una casi cuadruplicación de las facturas de energía de los hogares, Truss, nombrada primera ministra el martes, ha establecido lo que ha descrito como una acción inmediata audaz para proteger a los consumidores y las empresas.

En una intervención ante la Cámara Baja de los Comunes, la nueva jefa del Ejecutivo ha indicado que su nuevo plan energético dará "certeza" a los ciudadanos e "impulsará el crecimiento" económico.

Truss, ha detallado estas medidas a fin de contrarrestar el efecto del notable aumento en los precios de la energía y su impacto en los ciudadanos, dado que estaba previsto que las facturas sufrieran un incremento del 80 % desde este octubre.

"Estamos apoyando a este país durante este invierno y el próximo, y abordamos las causas fundamentales de los altos precios para que nunca volvamos a estar en la misma posición. Este es el momento de ser audaces, nos enfrentamos a una crisis energética mundial y no hay opciones gratuitas", ha explicado al Parlamento.

Por otra parte, Truss ha indicado que Tesorería anunciaría un plan conjunto con el Banco de Inglaterra para hacer frente a los extraordinarios requisitos de liquidez que enfrentan las empresas de energía, por valor de 40.000 millones de libras.