Quedarán libres si sirven seis meses en el frente, pero si desertan lo pagarán con la vida. Es la condición para los reclusos rusos que quieran unirse a las filas del grupo Wagner en la guerra en Ucrania.
Así se lo ofrece el líder de estos mercenarios, Yevgeny Prigozhin, en una cárcel rusa donde trata de reclutar presos, tal y como puede verse en el vídeo que ilustra estas líneas. En él, les deja claro lo que ocurrirá si abandonan: "Quien vaya [a Ucrania] y el primer día crea que no es para él, será ejecutado", advierte.
Sin embargo, si se mantienen en el frente, les promete que quedarán en libertad después de seis meses: "Después de medio año os podéis ir a casa obteniendo el perdón", les asegura. Los reclusos solo tienen cinco minutos para tomar la decisión.
Los reos que quieran unirse a sus filas tienen que tener 22 años o 50 como máximo, aunque los menores de 22 pueden unirse con un permiso familiar. La prioridad son presos condenados por asesinato y robos, descartando a narcotraficantes y agresores sexuales.
Una vez en la guerra, tienen prohibido el alcohol y las drogas. El propio Prigozhin les advierte en el vídeo de que "el tercer pecado es saquear" y que "no se permite contacto con mujeres [ucranianas]".
Es la forma en la que Vladímir Putin, a través de su gran amigo Prigozhin, sumaría combatientes a este grupo de mercenarios para compensar las importantes bajas rusas en el frente.
El vídeo ha sido difundido por el equipo del opositor ruso encarcelado Alexei Navalny, pero no sería la primera vez, sino que el líder de los Wagner habría visitado hasta 17 cárceles rusas y reclutado así ya a un millar de presos.