Los manifestantes han pedido la dimisión de Macron en los Campos Elíseos y en todo el país, de la misma manera que ya lo han hecho a lo largo de 2018 en numerosos grupos sociales como los sindicatos.

La popularidad del presidente francés está en niveles mínimos y hasta un 70% de la población rechaza sus políticas. De todos modos, la jornada ha sido especial por la cantidad de manifestantes que han salido a la calle, la violencia con la que han actuado y el número de detenidos.

De acuerdo a los datos ofrecidos por el ministerio del Interior francés hay 130 personas detenidas en todo el país, 41 de ellas en París.

Además, hay 24 heridos, uno con carácter de gravedad. Entre ellos, cinco policías.

Macron ha dicho que siente vergüenza por la violencia de los manifestantes y lejos de hacer concesiones, desde el Ejecutivo se han minimizado las protestas. Se han desacreditado vinculándolas a la extrema derecha.

Macron ha agradecido a través de las redes sociales la profesionalidad de las fuerzas del orden al tiempo que siente vergüenza por quienes han sido violentos con los policías, los periodistas y el resto de ciudadanos.

Lamenta que hayan tratado de intimidar a los políticos elegidos por el pueblo. Además, Macron ha apuntado que no hay lugar para este tipo de violencias y ha vuelto a minimizar lo ocurrido.

Mientras, la tensión sigue muy presente con la Policía tomando las calles para evitar más disturbios.