Hasta 3.200 perchas forman en un mural hecho por activistas por la regulación del aborto en Buenos Aires. Y es que en Argentina son la rudimentaria herramienta que aun hoy se usa para practicar abortos clandestinos.

El número de perchas no ha sido elegido al azar, sino que es en memoria de las 3.200 mujeres que murieron por abortos clandestinos, según datos oficiales, aunque se estima que el dato es mucho mayor. "Son las mujeres que murieron por una razón evitable", ha denunciado una activista argentina.

"Buscamos que sean imágenes de impacto para que interpelen a los legisladores y legisladores que van a tomar una decisión tan importante", manifiesta Martina Ferretto, miembro de la Campaña por el Aborto Legal.

La Cámara Alta tumbó un proyecto similar en 2018

Y es que el próximo martes el Senado argentino debatirá y votará una ley de plazos, que permitiría interrumpir el embarazo hasta la semana 14. La Cámara Alta, más conservadora que la de Diputados, tumbó un proyecto similar en 2018. Sin embargo, para Ferretto, ese año ganaron "la batalla cultural" porque, según ha dicho, lograron "instalar y sacar de la clandestinidad pedagógica el derecho al aborto".

Mientras, la votación, muy ajustada y de resultado incierto, sigue causando división social y política. Por eso, cobran relevancia reuniones como la del presidente Alberto Fernández, impulsor del proyecto, con un senador de su propio partido que es contrario al aborto.

También podría afectar al resultado la fecha de la votación, en plenas vacaciones navideñas, ya que, según ha indicado Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Argentina "hay mucha gente que no va a estar en Buenos Aires y el asunto está pasando desapercibido, aunque es cierto que los senadores al volver a sus provincias sentirán la presión".

Fuera de las grandes ciudades, como Buenos Aires, el aborto sigue siendo tabú. "En Argentina, todo el tema de la salud es discrecional de las provincias y la implementación de la ley va a ser durísima", ha afirmado Belski.

Pese al riesgo de acabar en la cárcel o sufrir complicaciones médicas, se estima que medio millón de mujeres aborta cada año en Argentina.